Gracias al avance de la tecnología y la globalización, la educación ha ido cambiando en gran medida. Las exigencias son cada vez mayores y los alumnos deben responder frente ellas, por ello es que se han implementado diversas estrategias o metodologías de aprendizaje para que el estudiante se eduque como es debido.
Una de esas estrategias es el Aprendizaje Basado en Proyectos o ABP, que trabaja con objetivos a largo plazo. Se caracteriza por ser interdisciplinar y responder a asuntos y prácticas del mundo real, lo que permite a los maestros desarrollar en sus estudiantes competencias que los preparen para la vida, a través del desarrollo de proyectos que les permitirá desarrollar las competencias del área específica y de otras áreas del conocimiento.
Además por ser una metodología donde predomina el trabajo colaborativo, los estudiantes desarrollan nuevas habilidades y competencias del ser. Lo que a su vez está relacionado con el nuevo currículo en el cual menciona que el estudiante debe salir preparado del colegio para asumir responsabilidades en la vida real.
A diferencia de la educación tradicional en la que el profesor elegía los temas de clase basados en las ciencias y disciplinas del saber, mas no en situaciones reales. Además las evaluaciones eran tomando en cuenta a lo que aprendía el niño y no al progreso que hacía para lograr el desarrollo de las competencias.
A modo de resumen, la siguiente infografía evidencia más las diferencias entre estos dos tipos de educación.
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